Pero, ¿y esto qué es?

 

Avisa el rótulo de la puerta y lo repite el personal de la recepción, insisten en disuadir unos responsables de seguridad, pistola al cinto, circulando por todas partes, aún más, cuando los vigilantes de sala, a veces con libros inmensos apoyados sobre las sillas en que reposan cuando no entra nadie, cansados de aburrirse, se levantan para recibirte, y las fichas técnicas se dispersan por los muros, además, a la entrada de cada sala, la hoja oportuna, da cuenta de lo que ahí ves: y nunca te equivocas porque siempre es arte. Y lo hay hasta el extremo de que muchos vacilones juegan con el prejuicio del visitante a ubicar ahí el arte para llevarlo al extremo de colarnos una gamberrada; son muy conocidas las realizadas por Banksy, este veinticinco de mayo superada por un par de tíos (@TJCruda y @k_vinnn)1 que dispusieron unas gafas sobre el suelo de una exposición bajo una interminable ficha técnica, que desconocemos en sus detalles, y muchos tomaron por otra obra de arte; la verdad es que estaban muy bien expuestas. Se da tan por sentado que lo que vamos a ver en una sala de exposiciones de arte contemporáneo (sobre todo si posee el rango de museo, como los casos antedichos) es arte, que todo lo es, al menos, insisto, para el visitante; no así para el personal de limpieza de esas mismas salas que en más de una ocasión han tirado a la basura parte, o la totalidad, de lo expuesto.2 En lo que para mí, y no estoy siendo cáustico, es la elevación absoluta del realismo y la confluencia exacta del arte con la vida. Como la situación facilita que todo sea arte, termina por serlo cualquier cosa, al tiempo que deja de serlo cualquier otra y en esa identidad pierde valor, para el empleado de limpieza, todo aquello que lleva sufriendo en los últimos tiempos y la paga con lo primero que le toca la moral. Hasta aquí la identidad entre la cosa y el lugar en que está esa cosa, en una sinécdoque rapidísima.

 

Salgamos afuera.

 

En la calle todo discurre con un vértigo que impide ver la suma de estímulos que se presenta a los ojos y además muchas de las cosas que pasan ante nosotros están sin rotular y no llevan fichas técnicas, de manera que si no eres un habitual de la zona puedes dejar de comprender qué sean muchas de ellas. Paseando por Estambul, Seúl, también por las calles del Chinatown neoyorquino (empieza a suceder con su versión de la Valencia española) o por Estocolmo, me pierdo, sobre todo en Seúl, en muchos sentidos; la rotulación, como el conocimiento previo de los sitios, facilita la interpretación de la trama urbana.

Para mí la traslación es muy sencilla, me imagino en un entorno natural para saber qué no entiendo de aquello que veo, porque en medio de la Naturaleza me desoriento siempre, de igual forma me puede ocurrir en la ciudad si me fuese muy ajena.

Porque, si bien en cualquier ciudad abundan los referentes comunes a todas ellas, sobre todo los relacionados con el comercio, también se encuentran otros que destacan las singularidades, pero lo más común a todas es la sobreabundancia de estímulos y normas (estas últimas, al menos, en las ciudades occidentales) que nos impide hacer en la ciudad lo que queramos ya que estamos a la vista de todos y se ve todo. Quiero insistir en el carácter escópico de la ciudad porque resulta determinante para lo que voy a contar, también su elevada polución acústica, útil para comprender el arte sonoro, pero me interesa más su condición escópica, ya que es a la que he dedicado más empeño.

 

Al estar todo a la vista de todos, en contraste con el templo del arte que es el mejor lugar para la deprivación sensorial después de los cines, pocas cosas consiguen cobrarse tu atención y solo aquellos urbanitas más avezados son capaces de encontrar los signos de determinadas intervenciones que se saltan las reglas que condicionan la trama urbana. ¿Cómo ganas la atención?, ¿cómo logras la particular ficha técnica que te señala como obra de arte? Solo por la fuerza de los hechos, en expresión coloquial que viene al pelo. Por imposición y eliminación de la estimulación en torno. Estoy pensando en la obra Los Encargados3 que se impone sobre la realidad cotidiana al hacer pasar a tantos coches portaestandartes de otros tantos presidentes invertidos de esta democracia española al servicio de nuestro rey emérito y que solo se concibe por la ausencia de normas que posibilitan las vacaciones de agosto en Madrid, y el ingenio de unos artistas como Jorge Galindo y Santiago Sierra; este último más habitual de estas cosas, como cuando en Future pone en cuestión, gracias a la colaboración del artista fallero Manolo Martín hijo, la existencia de un futuro para un barrio de la ciudad de Valencia que destacó por su oposición a la política urbanística del pepé.4

 

La pregunta título de lo que lees, tiene una respuesta simple: ¿esto?, esto es arte contemporáneo. De la misma forma que siempre lo es en sus templos, por extraño que te resulte lo visto, lo es fuera de sus templos cuando lo observado es muy raro. Y es una respuesta que se da en muchos sentidos y por muy diferentes partícipes del fenómeno de las artes, de su recepción. De la misma manera que los términos surrealista, fluxus o kafkiano responde a cosas por comprender, así mucha gente que ve una cosa no encuadrable en un lugar, ante la sorpresa puede responder que es arte contemporáneo y sentirse satisfecho porque muchas veces es así. Estoy pensando en Martí Peran, cuando en una conferencia, ahora no recuerdo si en Valencia o en Santiago de Chile, afirmó que entre las personas que hacían las cosas que más le interesaban en el ámbito del arte contemporáneo interpeladas por él, ninguna se tenía por artista, pero sí los definía así Martí Peran, sin duda porque de otro modo él mismo no sabría cómo entender lo que estaba viendo. Sus comentarios venían a propósito de su POST-IT CITY (ciudades ocasionales)5 y resultan de interés porque es un especialista muy reputado, y no un simple peatón, y es la respuesta que en muchas ocasiones he tenido que dar ante un patrocinador para justificar lo que estaba viendo mientras lo tuve oculto bajo el marbete de arte contemporáneo.

Porque, ¿qué ocurre cuándo el artista carece de fuerza para hacerse ver afuera? pues tiene que ponerse en manos de alguien que habilite una zona de permisividad temporal6, que puede volverse perenne, sin ser lo que se busca. Por eso es tan importante conseguir abrir la brecha en el mar de regulaciones que impiden hacer las cosas de otra forma o en otro tiempo.

 

Tratare todos los casos, pero antes describo algunos, para mejor entender la realidad del arte afuerado.7

 

Así el sufrido por Isabelle Bribosia a raíz de su instalación The Space Grills realizada de manera específica para el Centro Cultural Recreativo del pueblo de Alfafar (a una parada en el tren de cercanías de la ciudad de Valencia, aunque preserva todo el halo de conservadurismo pueblerino). Cuando la artista entró en esta sociedad recreativa reparó en la ausencia de mujeres, solo porque en otro tiempo tuvieron prohibido, ya no, el acceso. Era el espacio de recreo de hombres jugando, en su mayoría, al dominó. La artista decidió construir cinco siluetas femeninas evocando fichas de dominó para ser expuestas en los ventanales de la sociedad recreativa y vistas solo desde el exterior por las mismas mujeres que no entraban en ella y con las que los varones jugaban a capricho.8 Se negoció la instalación con el presidente de la sociedad recreativa (yo era el comisario)9 y la autorizó; pero al poco de inaugurarse, el presidente telefoneó a la artista para amenazar con destruir la obra si no la retiraba. Al principio no lo creí, acompañé a Bribosia a ver al presidente del CCRA, y confirmé la amenaza y el motivo, habían comprendido la obra, descubrieron que no era un alarde visual, sino una crítica en profundidad contra las normas del pueblo y, aunque no lo dijo, no estaban dispuestos a cambiarlas, de manera que o se retiraba todo o se destruía. Se retiró.

 

En Zaragoza, Ferrán Martín realiza la performance Bajo el Arco10 sin mediar permisos, para realzar la condición de payaso, como un Ronald McDonald más, del consumidor de comida basura de la conocida cadena de comida rápida. Desde el Centro Cultural Delicias sale una comitiva presidida por el payaso a quien se le invita desde la platea a ir a comer basura con los suyos.11 La procesión, contra pronóstico, no tiene ningún percance durante su recorrido hasta acercarse al centro comercial en que está ubicada la cadena de comida rápida. Quien visite el vídeo podrá ver cómo desde el minuto 5:38 queda abortado el propósito del artista. El cambio de impresiones carece de interés, pero su consecuencia no, no se puede realizar la acción porque no se habían cursado los permisos oportunos. El arte solo se salta las reglas a traición, como lo intentaron hacer Bribosia o Martín sin éxito, o por acuerdo mutuo entre las partes.

 

Siempre caben excepciones, y además de la referida Los encargados, me vienen dos a la mente.

 

Al primero se le dio un énfasis, ahora diríamos activista, que sería ejemplo para distintos movimientos ciudadanos de Valencia (cuales son Salvem el Botànic, 1995 y Salvem el Cabaynal, 1998, entre otros). Corría el día de la constitución de 1994 cuando artistas de distintas partes, bajo la coordinación del colectivo Memòria Industrial, cuyo núcleo duro pertenecía a la SAA Purgatori,12 asaltan la antigua Fábrica Cros de Valencia con una sucesión de actividades artísticas, que continuaron durante un tiempo con intervenciones también políticas hasta llegar al pleno municipal de la ciudad y conseguir la declaración de bien patrimonial de los terrenos objeto de enfrentamiento entre la ciudadanía y el poder político municipal.13 ¿Qué ocurrió ese día de la constitución de 1994?, pues que el poder estaba de vacaciones, al igual que le sucedió a Galindo y Sierra con Los Encargados, quienes pillados por sorpresa no vieron lo que se les venía encima.

 

El otro es ejemplo de muy distinto cariz y solo tiene connotaciones artísticas, Carlos Mallol concibe una performance que invade el servicio de cercanías de Valencia en el trayecto que va del barrio del Cabaynal al centro de la ciudad, a la hora de regreso a casa para cenar,14 el responsable de comunicación de RENFE en aquel momento, estaba advertido por mí, que me encargaba de resolver los permisos para la ejecución de la obra, de que se trataba de una acción de arte contemporáneo, pero ignoraba su contenido. Lo cierto es que yo tampoco lo sabía porque solo conocía el guión básico, Mallol quería mostrar la precariedad del mundo del arte a la ciudadanía que cuando vuelve a casa solo quiere descansar y olvidar el día que ha llevado. Atribuyó distintos papeles a los miembros de la SAA Purgatori, a mí, que no pertenecía a ella pero ayudaba en lo que podía, me asignó el rango de director de ese gran circo. Tomamos el tren con nuestros billetes cortesía del responsable de comunicación de RENFE y, desde ese mismo momento, Mallol pasó a hacer la vida imposible a los viajeros, con distintos improperios, quien consulte el vídeo de los hechos,15 puede optar por obviar el tedio de lo ocurrido e ir directo al minuto 44:16 para comprobar el mosqueo que el responsable de comunicación de RENFE destila contra los artistas y paga conmigo para pedirme explicaciones y que ponga fin al desatino en que se había convertido. Solo le pude decir: es arte contemporáneo, puede resultar imprevisible e incómodo, pero tranquilo, esto lo termino ya.

 

Ahora veamos grietas de acceso temporal logradas con esfuerzo para superar las barreras que impiden hacer las cosas fuera de lugar o de tiempo para realizar algo impensable según las reglas.

 

Primero, cuando se consigue superar el lugar.

 

Pondré un ejemplo muy sencillo que se supera con dinero (y apunto esto porque tanto El gran circo del arte cuanto Bajo el arco e incluso la intervención promovida por Memòria Industrial, no contaban con él) y tiempo. La artista Monique Bastiaans concibe una intervención del espacio público de carácter estrictamente visual y efímero, ¡UWAGA!,16 que toma el cielorraso de la Plaza del Mercado de Valencia. Es una instalación muy sencilla que se resuelve como si fuese un tapete de ganchillo construido con flotadores circulares. Para ello solo hace falta el dinero para realizarla y los permisos municipales con el seguro de responsabilidad civil que garantice que cualquier viandante está cubierto de un posible accidente. Fácil, solo se necesita dinero.

 

Otros casos del mismo tipo podrían ser las obras realizadas para Fardel de Dissidências por Isabelle Bribosia, Miguel Molina, Óscar Mora y Carlos Tejo17, distintas intervenciones sobre el espacio público de A Coruña que se lograron realizar gracias a los permisos municipales y los dineros aportados.

 

Otros más, también en A Coruña, en que basta con dinero para revertir una situación de imposibilidad. La ley penaliza tanto al grafitero cuanto al artista que callejea. En A Coruña, el Ayuntamiento había llegado a un acuerdo con ellos para destinar una zona, no quiero ser ácido, pero sería mejor calificarla como una pizarra, en este contexto urbano, para que pudiesen hacer en ella lo que les diese la gana sin ser detenidos ni multados. Durante la exposición Irmos de escaparates. Unha mostra de arte contemporánea para que saias da casa,18 se saltaron las normas de dos maneras, primero cuando la artista portuguesa Rute Rosas, obvió la cesión en exclusiva a los grafiteros de su pizarra, pues se la ofrecieron a ella para no ensuciar la ciudad con una pegada de carteles, algo que tuvo dos consecuencias muy interesantes; al ella sentirse molesta con que se le acotase su espacio urbano de intervención y salirse fuera de madre para hacerlo, y otra mucho más interesante, cuando los grafiteros le invadieron sus carteles por no respetar las reglas de la pizarra urbana.19
Desde esta misma exposición puedo aportar otras dos soluciones, la primera, cuando se habilita la sala Durán Loriga de A Coruña como zona de combate entre artistas callejeros que no pueden hacerlo libremente en el exterior de la ciudad ya que está penado por la ley, el fruto de este combate fue una intervención plástica temporal de la sala transformada en calles adyacentes dejadas al caos de estos invasores: Afro, eMe, Nin9 y Rute Rosas.20 Ocurrió lo mismo con la obra de jugo & pellejo21 para esta misma exposición cuando se habilitó un espacio expositivo como campo de enfrentamiento de los patinadores urbanos y así no verse en peligro de ser multados por tan machotes.

 

Sin embargo, el dinero no lo puede todo y a pesar de él puedes llevarte la sorpresa de que satisfechos los gastos y permisos el capricho político modifique el emplazamiento de una intervención urbana y la traslade por ir contra las tradiciones. Caso de otra obra de Martín, Mirinda,22 que podríamos calificar de escultura efímera pensada para ser plantada (término que se emplea en Valencia para referirse a las fallas) en la plaza del Mercado de esa ciudad, pero que uno de los concejales del gobierno de turno, a su vez presidente de la Junta Central Fallera, juzgó inadmisible al tratarse de una falla que se quemaba en el sanjuán algo que solo se hace en Alicante y, por ello, no podía ser realizado en Valencia, así que nos vimos en la obligación de hacerlo en la plaza del Mercado de la localidad vecina de Torrente. Fue curiosa la reacción popular, cuando la fallera mayor de la falla de la Plaza del Mercado de Valencia, asistió a la cremà en Torrente, al sentirse completamente involucrada en la ceremonia, algo que honró mucho al autor, miembro del gremio de artistas falleros y de una familia de honda tradición fallera, su hermano ayudó a Santiago Sierra en Future.

 

Continúo con ejemplos en que el dinero no basta si no se sabe navegar entre despachos como ocurrió con la intervención Sonosfera di Trevi.23 Una sencilla performance pseudoacústica que paseó en volandas un macrófono hinchable de unos siete metros de longitud, portado por un grupo vestido con los monos de internos de la prisión de Guantánamo y con los labios cerrados por una equis dibujada con cinta aislante negra, por las callejuelas que dan a la conocida Fontana di Trevi para escuchar la caída de una moneda sobre la base del vaso de la fuente; una acción que parece bella y neutral pero origen de graves perjuicios para esta fuente monumental y ocasiona, como ocurrió poco después de esta intervención, su restauración periódica. Ante esta intervención, la sorpresa de los turistas fue mucho menor que la de los policías cuando pidieron los permisos para tomar las calles de la zona y confirmaron su existencia, la perplejidad fue tal que llamaron por teléfono para asegurarse de que eran ciertos y todavía fue mayor cuando no cupo duda. Existe un vídeo en bruto en que se me ve junto a los policías dando explicaciones y mostrando los papeles, aunque tal vídeo no es del agrado de los autores de la intervención que solo permiten mostrar otro,24 en cuyo minuto 2:28 se puede escuchar a la policía indagar sobre el motivo de esta manifestación, a su juicio, política.

 

Ya solo me resta apuntar una intervención efímera vuelta permanente por aclamación popular. Con la exposición Fardel de Dissidências,25 que me plugo comisariar en mi ciudad de nacimiento, A Coruña, sucedió algo bellísimo. Para quien no conozca la tarea de un comisario, va de confesor a conseguidor, por ser breves, y entre otras está acercar al artista al espíritu de la exposición, y cuando tiene que ver con intervenciones públicas, también al del lugar. Quien conozca algo a los coruñeses sabrá que, como sucede en muchos otros lugareños, sentimos un orgullo especial por nuestra ciudad que nos lleva en ocasiones como la mía, a conocer al dedillo su historia, costumbres, tradiciones y códigos ocultos. Así cuando invito al artista valenciano Óscar Mora a participar en esta exposición lo ubico sobre el carácter de la ciudad y explico lo importante que son sus jardines y zonas ajardinadas. En aquellos tiempos este artista se encontraba muy interesado por los emblemas de las ciudades, escudos y banderas, y, como le sucede a mucha gente, se sorprendió con el de la mía al portar una calavera, le expliqué el porqué, algo que despertó su interés por deshacer la leyenda y revivir al gigante al que Hércules había dado muerte en la península de Punta Herminia, donde se enclava la conocida torre que lleva su nombre. Con esa intención plantea un rótulo floral que el servicio municipal de jardines ejecutó para decir a toda Coruña que Voltou o Xerión,26 es decir, Gerión regresó a la vida. En la ciudad se volvió lugar común bromear con esta leyenda, al punto que cuando terminó la intervención efímera sobre la ciudad y había que levantar este parterre, durante uno de los programas en que el alcalde tenía costumbre de atender a sus conciudadanos semanalmente, fue interpelado de manera insistente para dejarlo. El alcalde, con fino instinto político, lo fue durante un cuarto de siglo, no dudó en mantenerlo, y ahí sigue.27

 

Por eso, cuando no pillas a los poderes por sorpresa durante sus vacaciones, prepárate para hacer pasillos, porque al final puede aparecer una galería de arte contemponeo, o un museo del ramo.

 

 

 

 

 

 

 

 

1 Lo vi por última vez el 27.08.16 en http://mashable.com/2016/05/25/museum-art-prank/#fkjvxJ1gO5qT.

2 Citaré tres casos con repercusión mediática.

El primero tuvo por víctima una obra del reputado Damien Hirst, en 2001 (puede leerse lo ocurrido en https://www.theguardian.com/uk/2001/oct/19/arts.highereducation1).

El segundo atacó una bolsa de basura de Gustav Metzger, que fue tomada por tal (como recoge esta noticia http://www.independent.co.uk/news/uk/this-britain/modern-art-is-rubbish-and-confusing-for-tate-cleaner-557922.html).

Luego volvió a suceder con unos plagiarios de Hirst, Sara Goldschmied y Eleonora Chiari, en 2015 (como recoge esta noticia http://www.nbcnews.com/news/world/cleaner-mistakes-installation-italys-museion-bozen-bolzano-museum-trash-n452121)

Todas las páginas han sido consultadas el 29.0816.

3 Sierra, S. y Galindo, J., Los Encargados, Madrid, Galería Helga de Alvear, 2013. Aunque la intervención de los autores sobre la trama urbana fue en agosto de 2012.

4 Sierra, S. (en colaboración con Martín, M.), Future, Valencia, Festival Perifèries, 2012.

5 La Varra, G., Martí, P., Poli, F. y Zanfi, F., POST-IT CITY (ciudades ocasionales), Barcelona, Centre D’Art Santa Mònica y CCCB, 2005. Se puede ver la información sobre este proyecto en http://www.ciutatsocasionals.net. Consulta realizada el 27.08.16.

6 En un tiempo fue lugar común referirse al concepto de zona temporalmente autónoma, acuñado por Hakim Bey como TAZ (Temporary Autonomous Zone), por sus siglas en inglés. Este 27.08.16 todavía puede obtenerse un ejemplar en https://lahaine.org/pensamiento/bey_taz.pdf.

7 Y hago mía, como en muchas otras ocasiones la expresión tomada del Raoul Ruiz de Los chilenos somos afuerados.

8 Se pueden ver imágenes del boceto y la exposición en https://www.flickr.com/photos/comisario-net/albums/72157673091484805. Todas las referencias a flickr son a mi sitio personal activo a 01.09.216.

9 Me refiero a Casares, N., República de Artes. Claudia Breuer, Isabelle Bribosia, La Fiambrera Obrera, Óscar Mora y Salva Mateu, Alfafar (Valencia), Galería Edgar Neville, Centro Cultural Recreativo (CCRA), Centro Instructivo Musical Alfafar (CIMA), Biblioteca Municipal y Plaza del País Valenciano de Alfafar, 01-02.1998.

10 Martín, F., Bajo el arco, Zaragoza, Centro Cultural Delicias, I Jornadas de Arte (Z-140599-AA). Nuevas Tecnologías, Performances, Instalaciones, 14.05.999.

11 Se puede ver una versión en vídeo aquí https://vimeo.com/81829150. Todas las referencias a vimeo son a mi sitio personal activo a 01.09.216.

12 Para recabar información sobre este grupo de artistas, recomiendo adentrarse en Casares, N., Sociedad de Artistas Purgatori, Valencia, Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana; Direcció General de Promoció Cultural, Museus i Belles Arts de la Generalitat Valenciana; Academia de San Carlos de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de México y Universidad Nacional Autónoma de México, 1997.

13 Se puede seguir la narración de los hechos en Casares, N., "En Memoria Industrial: La Cor.Poració", En Jesús Pedro Lorente (Coordinador), Espacios de Arte Contemporáneo Generadores de Revitalización Urbana, Zaragoza, Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, 1997, pp. 167,ss.

14 Mallol, C., El gran circo del arte, Valencia, IV trobada d'Acció. Performatori. Estación del Norte de València, 1997.

15 Puede hacerlo en https://vimeo.com/20103936.

16 Bastiaans, M., ¡UWAGA!, Valencia, plaza del Mercado, para el Espai d’Art La Llotgeta de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, 10.2001. Quien desee hacerse una idea, puede consultar imágenes al respecto en https://www.flickr.com/photos/comisario-net/albums/72157669914861903.

17 Casares, N., Fardel de Dissidências. Antoni Abad, Isabelle Bribosia, Miguel Molina, Óscar Mora y Carlos Tejo, A Coruña, En la Sala de Exposiciones de la Fundación Luís Seoane de A Coruña, el Paseo Marítimo del lado de la bahía, a la altura de la Pza. de Pontevedra, y de la escultura del reló de pulsera, el viejo Cementerio Moro, la esquina Pza. Colegiata de Sta. María con Puerta de Aires, el Jardín de la Dársena de la Avda. de la Marina, la Avda. Alfonso Molina, la calle Papagayo, el cuartel de Macanaz, la calle San Andrés, 62, el www.hangar.org/sisif y el www.hmu.auckland.ac.nz:8001/sisyphus, 07-09.1999.

Se pueden ver algunas imágenes al respecto en https://www.flickr.com/photos/comisario-net/albums/72157669921475433.

18 Casares, N., Irmos de escaparates. Unha mostra de arte contemporánea para que saias da casa. Outonarte 2009 Afro, Amador Iravedra, Carla Cruz, Chiu Longina, David Ferrando Giraut, DSK (Belén Montero Y Juan Lesta), El Ama de Casa Pervertida, Enrique Lista, Escoitar.Org, Familia de Idiotas no tiene TDT, Félix Fernández, Filipa Guimarães, Gemma Pardo, Jesús Madriñán, Jugo & Pellejo, les anartistes, Marcos Juncal, Marta Alvim, eMe, Mónica Cabo + Con Canto Donaire, Mónica Lavandera, Nin9, Pablo Pérez Sanmartín, Ricardo Lafuente e Luís Dourado, Rute Rosas, Servando Barreiro, Tania Sanjurjo y Víctor E. Pérez e Daniel López Abel, A Coruña, Outonarte 2009. Sala de Exposiciones de Palexco, Casa da Cultura Salvador De Madariaga, Sala de Exposiciones del Palacio Municipal, calles, tiendas, bares y escaparates de la ciudad de A Coruña, 30.09.2009-01.11.2009.

19 Rosas, R., Aperta-me, A Coruña, Esquina calles San Andrés y Mantelería, Outonarte 2009, 30.09.2009. Aquí se pueden ver imágenes de su irreverencia https://vimeo.com/7647242.

20 Aquí se puede ver detalles de esta intervención, https://www.flickr.com/photos/comisario-net/albums/72157670062256363.

21 Jugo & Pellejo, Intervención # 1.2, A Coruña, PALEXCO, Outonarte 2009, 01.10.009. Se pueden ver imágenes en https://vimeo.com/7648579.

22 Martín, F., Mirinda, Torrente (Valencia), Plaza del Mercado, 23-25.06.2002. Se pueden apreciar algunas imágenes en https://www.flickr.com/photos/comisario-net/albums/72157672096082371.

23 Escoitar.org, Sonosfera di Roma, Fontana di Trevi, 14.05.2010, en el contexto de Casares, N., Parliamos itagnolo. Escoitar.org, Enrike Hurtado, Joan Leandre, Eva e Franco Mattes, Gazira Babeli, Luigi Pagliarini. Roma (Italia), Sala de Exposiciones de La Real Academia de España en Roma, 10-14.05.2010.

24 https://vimeo.com/20701627.

25 Véase nota 17.

26 Imagen tomada en el momento de la ejecución https://www.flickr.com/photos/comisario-net/28675154273/in/album-72157669921475433/.

27 La misma obra años después, https://www.flickr.com/photos/comisario-net/29007765590/in/album-72157669921475433/.

 

 

 

 

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